Namasté Beach Club es un rincón escondido entre la selva y el mar Caribe.
Un santuario natural al que solo se accede en barco, lo que lo convierte en un espacio aún más sagrado, reservado y protegido.
Desde el momento en que llegas, todo cambia: la brisa, la luz, el sonido del mar, los árboles que abrazan y el cielo abierto que invita a rendirse.
Aquí no hay multitudes ni distracciones. Solo tú, la naturaleza y una comunidad unida por un mismo latido.
Playa privada, senderos entre palmeras, espacios de silencio, hamacas frente al mar, comida viva y consciente, y habitaciones acogedoras que invitan al descanso profundo.
Un lugar para volver a ti. Para soltar, para confiar.
El traslado en barco está incluido, porque desde que pones un pie en este lugar… ya comienza el viaje hacia dentro..